Bricando de estrella en estrella

Cuando las ciudades se llenan de recuerdos es espantosamente bello, pues es entonces que puedes respirar aires antiguos y llenar el alma de dulces memorias. Y tienes la oportunidad de tocar tu piel con suelos recorridos, con texturas provocadas por el pasado. Había una vez una cascarita de naranja… pedazo de cielo. La serena aceptación de lo que es… Que serena la noche, que sereno el viento y el frío dulzón que juega con mi cabello y mis ojos correteando por mi espalda y nadando entre los dedos de mis manos.
Tranquilidad y sosiego. Ando pero no estoy, pues navego brincando de estrella en estrella…