Espasmos de vida

No sé si a ti te ocurre pero a mí en ocasiones me invade algo similar a una niebla blanca, o ¿será transparente? No sé… es algo que empaña mis ojos y me predispone a percibir con mayor intensidad los colores, como más definidas las formas. Exactamente, igual que si recalcaras con carbón negro una silueta, cómo si de pronto un mundo paralelo al cotidiano se revelase ante ti.
Y es entonces cuando comprendo que voy a vivir uno de esos momentos de extrema felicidad, de hipersensibilidad al entorno, de emoción irracional.
Pues bien he tenido uno de ésos, que a mí me da por llamar ‘espasmos de vida’, hace un rato y me apetecía compartirlo contigo.
Y lo he tenido escuchando una versión electrónica del Adagio para Cuerda de Samuel Barber. Estar vivo, pase lo que pase, es todo un privilegio.