Un recuerdo

Un recuerdo

Me pidió un recuerdo, y no supe que traerle. Pensé en traer la sombra de la encina que nos cobijaba cada verano en la plaza, pensé que sería bonito llevarle un pedazo del tejado de la iglesia, o el charco de la fuente de la alameda. Hasta quería haber cogido el sonido de las manzanas cuando caían maduras en el prado. O la mirada perdida del gato de doña Julieta, que siempre le ronroneaba cuando pasaba. ¡Pensé en tantas cosas!, que al final no supe que hacer.

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