Jean-Baptiste Lully · Marche pour la cérémonie des Turcs
La suprema virtud del arte musical es expresar lo inexpresable o, mejor aún, alimentar el vínculo, siempre latente, entre lo natural y lo sobrenatural.
La suprema virtud del arte musical es expresar lo inexpresable o, mejor aún, alimentar el vínculo, siempre latente, entre lo natural y lo sobrenatural.