El vendedor de alfombras en El Cairo

Jean-Léon Gérôme, uno de los principales exponentes del orientalismo del siglo XIX, capturó en «El vendedor de alfombras en El Cairo» (c. 1887) una escena que refleja el interés europeo por Oriente Medio durante la era de la expansión colonial. La obra fue creada tras las visitas de Gérôme a Egipto, un destino que atrajo a artistas y exploradores europeos debido a la apertura del canal de Suez (1869) y al creciente acceso a regiones consideradas místicas.
En el cuadro, Gérôme retrata con meticulosidad una escena comercial en un zoco de El Cairo: un vendedor despliega una alfombra ricamente decorada con motivos persas y otomanos mientras un pequeño grupo de compradores observa con interés. El fondo arquitectónico, que muestra detalles islámicos como arcos de herradura y arabescos, proporciona un ambiente auténtico y minucioso. La atención al juego de luces y texturas, especialmente en los pliegues de la alfombra, evidencia el realismo fotográfico característico de Gérôme.
El orientalismo, como corriente artística, tuvo un impacto ambiguo: por un lado, documentó escenas cotidianas y tradiciones del Oriente Medio que de otra forma se hubieran perdido; por otro, consolidó una visión eurocéntrica y exotizada de la región. Obras como esta reflejaban la fascinación por el lujo, el comercio y las culturas «no occidentales», pero también reforzaban estereotipos que servían para justificar la expansión colonial. Gérôme, sin embargo, se destacó por su rigurosidad en los detalles y su intento de representar el ambiente con fidelidad.
La obra no solo invita a admirar su belleza técnica, sino también a reflexionar sobre el papel del arte en la construcción de imaginarios culturales y en la relación entre Europa y Oriente durante el siglo XIX.