Navegando por
Mes: enero 2025

Trabajo inútil

Trabajo inútil

«Los dioses habían condenado a Sísifo a transportar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con algún fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.»

~ Albert Camus

Soñando con pi

Soñando con pi

En su célebre cuento La Biblioteca de Babel, Jorge Luis Borges describe un universo formado por una biblioteca infinita que contiene todos los libros posibles: cada combinación de letras, palabras y frases que pudiera concebirse. Ahora bien, ¿y si ese vasto cosmos literario no necesitara estanterías infinitas, sino que pudiera comprimirse en un único número? Un número que, en sus infinitas cifras decimales, albergara todos los secretos de la humanidad.
Ese número podría ser pi, la famosa relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro. Un número irracional, cuya escritura decimal no termina ni se repite jamás. Pero pi es más que una curiosidad matemática; en sus cifras podría ocultarse algo asombroso.

Los matemáticos han planteado una conjetura fascinante: si pi es un número normal, entonces, en su interminable sucesión de cifras decimales, aparecería cualquier secuencia imaginable de números. Eso significa que no sólo podríamos encontrar combinaciones triviales como “123456” o “999999999”, sino que también estarían allí, codificados, el texto completo de El Quijote, las obras de Shakespeare, cada correo electrónico que hayas enviado… incluso este post que estás leyendo.
De ser cierto, pi sería mucho más que un número: sería un almacén infinito, capaz de contener no sólo la historia escrita de la humanidad, sino también sus pensamientos futuros, sueños aún no concebidos y realidades alternativas que jamás llegarán a suceder.

Hasta ahora, no se ha demostrado que pi sea un número normal, pero muchas de sus propiedades parecen apuntar en esa dirección. Los análisis computacionales de miles de millones de cifras de pi han mostrado patrones aparentemente aleatorios en los que cualquier secuencia parece igualmente probable. Si la conjetura es cierta, entonces no hay límite para lo que podríamos encontrar dentro de pi.
Sin embargo, existe un problema práctico: incluso si pi contuviera toda la información del universo, localizarla sería un desafío monumental. Sería como buscar un grano de arena específico en una playa infinita. La información podría estar allí, pero su recuperación sería tan ardua como encontrar un solo libro perdido en la Biblioteca de Babel.

La soledad de nuestra comprensión humana se reconforta con esta posibilidad. Si todo está contenido en pi, entonces el universo no es un vasto y frío vacío. Es un poema infinito, escrito en un lenguaje que aún no podemos traducir del todo. La idea de que un número pueda contener la totalidad de la existencia nos devuelve la sensación de asombro, de que tal vez, detrás de la complejidad de las matemáticas, hay una elegancia superior.
El mundo, como pi, podría no ser sólo infinito, sino también periódico. En su repetición podría hallarse un sentido. Y aunque nunca alcancemos a comprenderlo por completo, nos queda esa elegante esperanza: de que en un rincón de pi, tal vez muy lejos en sus cifras, está escrita nuestra historia, nuestras preguntas y, quizá, las respuestas que tanto anhelamos.

«La Soledad» de Edward Hopper

«La Soledad» de Edward Hopper

Edward Hopper, uno de los más grandes exponentes del realismo estadounidense, inmortalizó en su obra pictórica las emociones y experiencias de la vida urbana y rural en el siglo XX. Aunque Hopper no pintó una obra específica titulada La soledad, esta palabra encapsula la esencia de muchas de sus obras, como Nighthawks (1942) o Morning Sun (1952).
Estas pinturas nacieron en un contexto histórico marcado por la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, periodos de incertidumbre y transformación social. Hopper retrataba la creciente alienación de la modernidad en paisajes urbanos desolados, interiores austeros y figuras humanas que, aunque próximas, parecen desconectadas entre sí.
Un detalle fascinante sobre Hopper es su meticulosa planificación. Para Nighthawks, por ejemplo, se inspiró en un restaurante neoyorquino y utilizó bocetos detallados para captar la atmósfera nocturna. Incluso consultaba a su esposa, Jo, quien frecuentemente posaba para sus cuadros y anotaba en un diario detalles de cada obra.
Hopper rechazaba el simbolismo directo, prefiriendo que sus escenas hablaran por sí mismas. Su trabajo no solo captura la soledad física, sino también la introspección, reflejando cómo los avances tecnológicos y el urbanismo transformaron el modo en que las personas interactúan con su entorno y entre ellas.

Manos Achalinotopoulos · Hyacinth

Manos Achalinotopoulos · Hyacinth

Maestro del clarinete en la música tradicional griega, Achalinotopoulos alcanza nuevas cumbres con Hyacinth, una obra que explora la conexión entre la improvisación modal y la narrativa emocional. Grabado en una sola toma, el álbum captura la esencia del «taximi», donde cada nota surge como un diálogo espontáneo entre técnica impecable y alma. Destaca la riqueza tonal y la fluidez con que Achalinotopoulos transforma el clarinete en un puente entre pasado y presente, creando una experiencia auditiva única.

Human Nature

Human Nature

Viaje cinematográfico en busqueda de sentido en paisajes desolados que cuestiona qué significa ser humano en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología. Con una narrativa visual impresionante y un enfoque minimalista, el director logra capturar la conexión entre la humanidad y la naturaleza, explorando temas de identidad y propósito. Presenta a los protagonistas enfrentando su reflejo literal y metafórico en escenarios inhóspitos, una metáfora poderosa del vacío interno en la era moderna.
Parte del rodaje se realizó en locaciones remotas donde el equipo tuvo que lidiar con tormentas inesperadas, añadiendo un toque de autenticidad a las tomas finales.

Alora Crucible · Through the mist, a peak of icy water; where can I find you, pelagian bird?

Alora Crucible · Through the mist, a peak of icy water; where can I find you, pelagian bird?

Alora Crucible, proyecto de Toby Driver (maestro tras Kayo Dot), transforma la música en paisajes surrealistas. A través de capas de sintetizadores analógicos, guitarras tratadas y un uso quirúrgico del silencio, Driver evoca lo sublime, dejando espacio para la introspección y el misterio. Influenciado por compositores como Debussy y Scelsi, su sonido descompone la estructura convencional para habitar un mundo entre el ambient y la avant-garde.
Durante la grabación de Thymiamatascension, Driver pasó semanas ajustando el reverb en una sola nota para «hacerla respirar como un bosque en la niebla». Ese nivel de obsesión cristaliza cuando la melancolía se filtra a través de una espiral de armonías suspendidas, marcando un pico emocional en su obra.

Diviértete

Diviértete

«Recuerda Morty, existe un infinito de inmensos espacios que ignoras y que te ignoran. Eres la nada en el pasado y la nada en el presente. Tus problemas son tan pequeños y estúpidos como tu propio lugar en el universo, diviértete.»

~ Rick and Morty