Los carteros zancudos

Los carteros zancudos

En el suroeste de Francia, antes de la llegada de las carreteras asfaltadas y los vehículos motorizados, los carteros de las Landas desarrollaron una técnica única para cumplir con su labor. Entre 1850 y 1930, estos trabajadores utilizaban zancos artesanales llamados «échasses» para recorrer los 10,000 kilómetros cuadrados de terreno pantanoso que caracterizan a esta región.
Este método no solo permitía evitar los lodazales y brezales inestables, sino que también multiplicaba por tres la velocidad de desplazamiento respecto a un caminante común. Los zancos, que alcanzaban hasta dos metros de altura, permitían a los carteros mantenerse sobre la superficie movediza mientras transportaban sus mochilas de correo, algunas veces pesando hasta 20 kilogramos.
La práctica requería una preparación física rigurosa y habilidades específicas. Estos profesionales podían cubrir hasta 30 kilómetros diarios, utilizando bastones auxiliares para mantener el equilibrio y realizar maniobras complejas como cruzar riachuelos o esquivar obstáculos naturales.
El declive de esta tradición comenzó en la década de 1930, cuando las inversiones estatales en infraestructura transformaron el paisaje landsense. La construcción de calzadas y la introducción de bicicletas y motocicletas marcó el fin de esta peculiar forma de distribución postal. Hoy, solo quedan testimonios históricos y festivales folclóricos que recuerdan esta innovadora solución adaptativa.

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