El yo escurridizo

El yo escurridizo

La consciencia se entiende tan poco que ni siquiera puede definirse de manera apropiada. El yo es algo escurridizo, buscado con denuedo, aferrado con fuerza, quizá con algo de miedo, una especie de desesperado abrazo al primer atisbo de consciencia, consciencia incluso de las impresiones sensoriales, para que uno pueda tener algo a lo que aferrarse. Para detener el tiempo. Para contener a la muerte. Esta es la fuente del fuerte sentido del yo. Quizá.

~ Kim Stanley Robinson, Aurora

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