Mucho por nada

Mucho por nada

Amasa barro para hacer una vasija. Luego adapta la nada que queda dentro de ella a tu propósito, y tendrás el uso de la vasija. Haz una habitación -un cubo hueco con puertas y ventanas-. Adapta el vacío que queda dentro para tus fines, y tendrás el fin de la habitación. Así, lo que hacemos es Algo, pero es en virtud de Nada que podemos usarlo para un fin útil.

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