Los mapas de Piri Reis

“Escuchad los secretos que os revelo y, a partir de ellos, conoceréis y discerniréis mi objetivo”, escribió Piri Reis en su Kitab-i Bahriye (Libro de navegación), una obra que encapsula su vida como navegante y cartógrafo. Nacido entre 1465 y 1470, probablemente en Galípoli, Piri inició su carrera marítima en 1481 como corsario junto a su tío, Kermal Reis. Durante catorce años, surcó los mares en una era de cambios: la caída del Emirato de Granada en 1492, el «descubrimiento» de América y la expansión otomana en Argel y Trípoli. En 1495, ambos se unieron al sultán Bayaceto II, participando en la guerra otomano-veneciana (1499-1502). La muerte de Kermal en 1511, tras el hundimiento de su barco en una tormenta, llevó a Piri a reflexionar: “El mundo es vanidad; a cada hombre le toca vivir y morir”.
En 1513, Piri comenzó a elaborar mapas de gran precisión. Su mapamundi, del que solo queda un tercio, integraba unas treinta cartas, incluyendo una atribuida a Cristóbal Colón, capturada por su tío en un barco español. Este mapa destaca por detallar las costas atlánticas, desde América del Sur hasta el Caribe. Sin embargo, su obra cumbre es el Kitab-i Bahriye, iniciado en 1511 y revisado en 1521 bajo el impulso del gran visir Ibrahim Pasha, quien lo alentó a perfeccionarlo para dedicarlo a Solimán el Magnífico. Según la historiadora Christine Isom-Verhaaren, el libro captura un momento clave: el Mediterráneo oriental bajo dominio otomano y el occidental como campo de batalla contra los Habsburgo.
Aunque los manuscritos originales se perdieron, existen más de cuarenta copias, como una del siglo XVII o XVIII en el Museo de Arte Walters, con más de 240 mapas. Estos abarcan las costas de los mares Egeo, Adriático, Negro y Caspio, desde Palestina hasta el sur de Francia. Los mapas, en vista planimétrica, rompen la perspectiva con elevaciones topográficas que muestran las montañas como las vería un navegante. Sus líneas costeras ondulantes y colores vivos —rojos, azules y verdes— contrastan con los portulanos tradicionales, dándoles un estilo artístico distintivo.
La carrera de Piri terminó trágicamente. En 1548, lideró la reconquista de Adén, recibiendo una recompensa significativa. Sin embargo, tras un ataque fallido a Ormuz en 1552, navegó a El Cairo, donde fue ejecutado en 1554, posiblemente por errores estratégicos o problemas financieros. Sus palabras en el Kitab-i Bahriye reflejan su esencia: “Siempre he sido un amante entusiasta y dispuesto del mar. El conocimiento es infinito. No hay ningún esfuerzo que pueda alcanzar su fin”.
El legado de Piri Reis, especialmente a través del Kitab-i Bahriye, ofrece un retrato detallado del mundo marítimo del siglo XVI y de un hombre dedicado a explorar y documentar los mares, combinando precisión técnica con una visión apasionada.