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Categoría: Pensamientos

Pérdidas

Pérdidas

Desde mi punto de vista, la vida es un banquete interminable de pérdidas, y con cada nueva pérdida, te ves obligado a reorganizar los muebles mentales y tirar las cosas que ya no te valen. Luego llega otra pérdida y vuelta a empezar.

Me has estado leyendo el pensamiento. La vida es un pozo lleno de motosierras.

Cosas absurdas

Cosas absurdas

Hay cosas que intuímos absurdas, cosas que vemos absurdas, cosas que vivimos como absurdas, cosas que comprobamos absurdas, cosas que soportamos aún así. Pasan un día sí y el otro también, pasan a nuestro lado, las vemos pasar. Incluso en algunos momentos les cedemos el paso, apartamos la vista, cerramos con fuerza los puños y nos mordemos la lengua, atando las neuronas y su frenética actividad disparada ante semejantes aberraciones.
Pero poco más…  olvidamos que estamos aquí para dar un paso adelante, para hacer movimientos, para abrir los ojos, agarrar con fuerza lo auténtico, apartar la miseria, contar con nuestra propia opinión, hacerla valer, por nosotros, por los demás… Seguro que en alguna ocasión fuimos víctimas de alguna de esas situaciones, ¿no hubiésemos deseado que alguien hubiera mostrado su apoyo? Porque, aunque parezca que en pequeñas dosis es un movimiento insignificante, es la práctica la que, segundo a segundo, palabra a palabra, va construyendo una realidad de la que somos responsables todos.

¿Valentía? simplemente vivir.

La felicidad no está donde la buscas

La felicidad no está donde la buscas

Nasrudin vio a un hombre desconsoladamente sentado a un costado del camino y le preguntó qué le preocupaba.
-No encuentro interés en la vida, hermano -dijo el hombre-. Mi capital es suficiente como para no tener que trabajar y este viaje lo hago en busca de algo que dé interés a la vida que llevo. Pero, hasta hoy, no lo he hallado.
Sin hablar, Nasrudin tomó la mochila del viajero y salió corriendo como una liebre. El conocimiento que tenía del lugar hizo que tomará ventaja.
La carretera tenía una curva; Narudin cortó distancia a través de varias vueltas y pronto estuvo otra vez en el camino, en el lugar de donde antes había partido. Puso la mochila a un lado del camino, se escondió y esperó a que el otro la recogiera.
El infeliz viajero pronto apareció en las vueltas del sendero, más desconsolado que nunca por la pérdida. Cuando vio su mochila allí, corrió hacia ella gritando de alegría.
-Esta puede ser una forma de conseguir felicidad -dijo Nasrudin.

La ubicación del infierno

La ubicación del infierno

Para los negros de Benín, el infierno estaba en el mar: desde el mar arribaron a Benín los navíos de los negreros que los capturaban y vendían como esclavos.

‘Dictionnaire de la conversation et de la lecture’ (1873)

Uno es lo que quiere ser

Uno es lo que quiere ser

 

Un día el Maestro anunció que un joven monje había alcanzado un estado de iluminación avanzado. La noticia causó revuelo. Algunos de los monjes fueron a ver al joven monje. «Escuchamos que te has iluminado. ¿Es verdad?» preguntaron.
«Lo es,» contestó.
«¿Y como te sientes?» «Tan mal como siempre,» dijo el monje.

Lo siento, dudo mucho que haya fórmulas matemáticas para la vida, uno es lo que quiere ser. Podrás dudar, podrás sentirte bien o mal, podrás encaminar tu vida de una manera u otra, pero no hay nada ni nadie que te diga en ningún momento que si lo que haces es lo correcto. Si tú no crees en tu camino, nadie te va ha seguir en él.

Espasmos de vida

Espasmos de vida

 

No sé si a ti te ocurre pero a mí en ocasiones me invade algo similar a una niebla blanca, o ¿será transparente? No sé… es algo que empaña mis ojos y me predispone a percibir con mayor intensidad los colores, como más definidas las formas. Exactamente, igual que si recalcaras con carbón negro una silueta, cómo si de pronto un mundo paralelo al cotidiano se revelase ante ti.
Y es entonces cuando comprendo que voy a vivir uno de esos momentos de extrema felicidad, de hipersensibilidad al entorno, de emoción irracional.
Pues bien he tenido uno de ésos, que a mí me da por llamar ‘espasmos de vida’, hace un rato y me apetecía compartirlo contigo.
Y lo he tenido escuchando una versión electrónica del Adagio para Cuerda de Samuel Barber. Estar vivo, pase lo que pase, es todo un privilegio.

Maziltu

Maziltu

Ayer me regalaron una palabra: Maziltu.
En árabe quiere decir seguir siendo.
Y me he acordado de aquel atardecer. Con el pecho oprimido para no soltar la
esperanza.

Soledades

Soledades

Si me preguntaran por la soledad uniría asustadizo las manos, entrecortando mis miradas buscaría un vacío de tiempo en el que sentirme seguro.
Hay una soledad necesaria; esa que se busca a sabiendas de que no es del todo real, esa soledad de la que sabemos que podemos salir cuando lo deseemos con sólo una palabra, con sólo un número… Una soledad voluntaria que renace, que purifica a quien la ‘sufre’; no es más que un encierro voluntario entre las paredes de uno mismo, del mundo de cada cual y cerrar tras de nosotros la puerta, pero sin peder la llave de vista… Suele ocurrir en esos momentos en los que tocamos fondo, nos sentimos demasiado perdidos y necesitamos detenerlo todo para reencontrar el camino, para encontrarnos, para no perder la perspectiva del rumbo a seguir… hacia delante, siendo…
Sin embargo, la otra, esa soledad proscrita en la que uno realmente siente no pertenecer a nada ni a nadie, esa de la que hablaba Borges cuando decía ‘estoy solo y no hay nadie en el espejo’, marchita y duele, apaga y sangra. Es de la que hay que huir y de la que hay que intentar salvarse.
El ser humano es sociable por naturaleza, necesita relacionarse para ser feliz, para sentirse seguro. No sobrevive solo. Los demás son siempre punto sde apoyo, ya sea para estar de acuerdo o en desacuerdo. Pensando, ¿qué sentiríamos si un día al despertar notásemos que todo ser humano, excepto nosotros, había desaparecido? Pavor…