Navegando por
Categoría: Varios

Palíndromos

Palíndromos

Volver algo del revés es uno de los gestos más radicales, simples y tentadores que existen. Los surrealistas lo sabían bien, cuando inventaban aquellos sediciosos, perversos objetos como la taza con sus dos asas para dentro. Pero hay algo todavía más perturbador, y es que una cosa no tenga revés.
Cuando una cosa es igual al derecho y al revés, lo de derecho y revés empieza a tambalearse peligrosamente; y tal vez sea ese peligro y ese tambaleo lo que vuelve tan atractivos a los capicúas de todo tipo, incluyendo los que de cuando en cuando tienen a bien entregarnos en el autobús, en los billetes de banco, etc.
Pero no son los billetes capicúas los únicos simpáticos; están también las palabras capicúa. ‘Palabras felices’ las llama el cubano Guillermo Cabrera Infante en su novela Tres tristes tigres, donde, en una noche de juego, copas y confidencias en la ‘noche habanera’, sus personajes confeccionan una discreta listita: Ana, ojo, non, anilina, eje (todo gira en torno a él, aclara Cabrera), radar, ananá, reconocer, sos y gag.
La antigüedad atribuía a las frases que podían ser leídas tanto al derecho como al revés virtudes mágicas. Se llaman palíndromos (no palindromes, que es galicismo) y viene del griego, donde significa textualmente ‘camino hacia atrás’ o mejor aún ‘camino nuevo’; como si la frase capicúa fuera una ruta por la que se puede andar en un sentido y luego caminar, de nuevo hacia atrás. En tren de inventar, se podría arriesgar que todas las demás frases -las que sólo se pueden caminar en un sentido- son simples y vulgares monodromos, tristes caminos de una sola mano.
El más enigmático de todos los palíndromos, SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS, se encontró en los muros de Pompeya. Durante mucho tiempo se ha discutido su significado exacto, que parece oscilar entre un simple anuncio (El artesano tiene ruedas para el trabajo) y un mensaje místico (El creador tiene las inestables claves de su Obra). Prendedores con la misma frase grabada fueron hallados en otras partes de Europa, desde Cirencester hasta Budapest.
Muchos estudiosos se han quebrado bastante la cabeza con ella; para saber por qué, basta volcarla en un tablerito de cinco por cinco y mirarla un instante.
Ya sabíamos que la frase entera era capicúa; pero ahora resulta que todas las letras iniciales, leídas consecutivamente, forman la primera palabra, todas las letras segundas, la segunda palabra, y así. Esto funciona también al revés: la última letra de la última palabra, seguida de las últimas letras de la cuarta, la tercera, la segunda y la primera palabras forman otra vez SATOR; con todas las penúltimas le tras se forma de abajo para arriba otra vez AREPO, y así. Este vertiginoso pozo sin fondo se construye con una palabra capicúa (TENET) y otras cuatro que, por parejas, son bifrontes: SATOR/ROTAS y AREPO/OPERA. Por si esto fuera poco, un tal Félix Grosser di Chemnitz encontró en 1926, que con las letras del palíndromo pompeyano se escribe dos veces PATERNOSTER, cruzando las dos palabras sobre la N central. Otra: uniendo con líneas las cuatro O y las cuatro A, queda una especie de cruz cuyos brazos vendrían a ser el Alfa y el Omega. Creo que basta -aunque, quién sabe, quizás haya más todavía- para entender el prestigio que esta frasecita goza desde hace siglos. Pero más asombrosa aún es otra del mismo carácter (MICUC ISUTU CUYUC UTUSI CUCIM) que el estudioso italiano Salvatore Chierchia encontró en el patrimonio oral de un grupo de descendientes de los incas.
Lo increíble es, justamente, que la frase, que funciona igual que la pompeyana, pudo ser concebida sin necesidad del alfabeto. O sea que las complicadísimas operaciones que encierra eran apreciadas ‘mentalmente’. El asunto es para el créase o no, al igual que la bellísima traducción: La felicidad es esa extraña bestia que se come al pájaro que se agita.
1. Palabras capicúas: Hay muchas más que las de la lista de Cabrera. Abundan las de tres letras tipo asa, ala, ata, acá, oro, oso, etc. No se engañen con baobab, que parece, pero no es. Una preguntita fácil: ¿cuál es la aerolínea capicúa? ¿y el movimiento artístico? ¿y el explosivo capicúa?
2. Capicúas silábicas: Ejemplos: Ca-sa-ca; do-ra-do; To-ron-to.
3. Palabras bifrontes: Son las que pueden leerse también en ambos sentidos, pero que significan cosas distintas: raza-azar; aluda-adula; risa-asir; rio-oír, etc.
4. Bifrontes silábicas: Del tipo toro y roto; ladero y rodela; llanta y tallan; manía y ánima.
5. Capicúas gráficas: hoy se lee igual boca arriba que boca abajo.
6. Bifrontes gráficas: Los ejemplos hablan solos: den la vuelta a los codos y se convertirán en copos (sobre todo en un día siberiano).
7. Palíndromos: Como fuente de inspiración, vaya esta pequeña colección: Ana lleva al oso la avellana; No traces en ese cartón; Oirás orar a Rosario; Se van sus naves; O rey o joyero; Yo hago yoga hoy; A ti Catalina Radona ya no te loará o Letona ya no dará ni la tacita; Sánase tras alocada romería la senil Inés. Al aire Mora da colas artesanas; Sonreí: Bogart no cede contra gobiernos; Adela Román, Amaya Mora y Amaya Romay aman a Moraleda; A remo Gala se vaya por ropa y aves a la Gomera; Sor Eva lleve llave. Si sor Rosi se va, lleve llaveros; O acá cojo cerillas a Moreto… además la salsa me da Otero, más allí recojo cacao…; Átame mi sayal la Lola maya mal, Olalla, y así me mata; A los Argensola, Eloy o Goyo, léalos, negra, sola; Ana, id y da la raposa ya, pese a ese payaso, para Lady Diana; O dar, o dorar, o tira ese arito raro dorado; Lana se trajo Lera y Anaya reloj artesanal; O cines raros donó o no dar a la sor Arsénico; Allí da las nenas a Pili Palao o a la Pili pasan ensaladilla.
Richard Armour, en ‘Todo empezó con Eva’ cuenta que cuando ella le preguntó a su consorte quién era, él respondió: Madam, I’m Adam. Una versión libre en castellano diría: Nada, yo soy Adán. ¡Se puede llegar mucho más allá! En francés hay un texto capicúa de 5.000 palabras. Sería un descrédito que en castellano no podamos pasar la barrera de las 12 palabras.
8. Palíndromos silábicos: Ejemplo: Dora loco togado lindo gato colorado.
9. Frases bifrontes: Ejemplo: La mina de sal-la sed animal. Este tipo de frases puede ser la base de buenos palíndromos combinados. Con la anterior puede hacerse: La sed animal acrece, me cerca la mina de sal.
10. Dibujos reversibles: Es el clásico juego de dibujar una caricatura que vista del revés deja ver otra -o la misma- caricatura. El holandés Gustave Verbeck llevó este juego a un virtuosismo prodigioso, construyendo en 1903, en los albores de la historieta moderna, una tira donde la historia se empezaba a leer al derecho y se terminaba de leer dando vuelta a la página, y recorriendo todos los cuadritos para el otro lado.

Pensamientos felinos

Pensamientos felinos

Algunos de los mejores pensamientos felinos escritos by Perich.

-Lo mejor de dormir es que te permite soñar que estás durmiendo.
-Claro que me gusta salir de noche. Dormir todo el día me quita el sueño.
-El cielo es un armario medio abierto lleno de jerseis suaves.
-Lo malo de que nos guste tanto comer es… ¡¡Qué nos quita horas de sueño!! (Las que dedicamos a comer).
-Ya se que es un sitio cómodo, pero… ¡No soporto que me pongan ellos! (Así que me dejen me iré).
-Llevo toda la mañana durmiendo aquí… El problema ahora es buscar un sitio donde dormir toda la tarde.
-¡El mejor mueble del mundo! EL SILLÓN. Sirve para dormir y para arañar. (Dos placeres).
-Lo mejor de dormir es que te permite soñar que estás durmiendo.
-Sólo hay algo más cómodo que dormir sobre una cama: ¡Dormir sobre un jersey que esté sobre la cama!
-Llevo un rato mirando esta pared… Me iré a mirar otra.
-Tigres, Leones, Panteras, Elefantes, Osos, Perros, Focas, Delfines, Caballos, Camellos, Chimpancés, Gorilas, Conejos, Pulgas, etc. ¡Todos han pasado por ello!… Los únicos que nunca hemos hecho el gilipolla en el circo… ¡SOMOS LOS GATOS!
-Los gatos somos los Humphrey Bogart de los animales: «Aparentemente fríos, duros e independientes. ¡Pero en el fondo, capaces de amar locamente!»
-Por el picaporte se abren las puertas… o sea, has de mirarlo fijamente y esperar que alguien venga a abrirla.
-Te pasas media hora pidiendo un poco de lo que están comiendo… y cuando por fin te lo dan, ¡No te gusta!
-Si quieren llevar a alguien atado a un collar, ¿Por qué no se compran un perro?
-Claro que me gusta salir de noche. Dormir todo el día me quita el sueño
-Me gusta que les guste la televisión. ¡Así está calentita!
-Los gatos amamos la Navidad. ¡Hay cajas de regalos en las que meterse!
-La ventaja que tienen las alfombras… es que puedes estar encima y puedes estar debajo.
-Jamás permitiría que me hicieran una foto para un calendario cuando estoy en mi cajón de arena.
-Te pasas la vida ignorándolos… y así que te rascan un poquito… ¡Te sale ese ronroneo incontrolable!
-Cuando hay una reunión, es preciso vigilar… observar. Descubrir quién teme a los gatos. Es sobre el que te has de poner.
-¡Pobres perros! ¡Condenados toda la vida a ver las cosas a ras de suelo!
-¡Las mujeres! ¡Qué maravilla! ¡Medias para destrozar!
-Es difícil explicar el atractivo que tiene meterse dentro de un cesto… ¡Pero lo tiene!
-No me pregunten por qué… ¡No lo sé! ¡Pero me gusta refregarme en ellos!
-Te alimentan, te acarician, te arrullan… No te piden casi nada… No son mala gente… Puedes permitir que se crean tus amos.
-¿Qué mayor prueba de amor que colocarse encima de lo que están leyendo?
-Lo bueno de aprender cómo te llamas es poder saber cuándo te llaman… ¡Y no ir!
-Una de las ventajas de ser gato, ¡es que sabes seguro cuándo hay plan con una gata!
-¡Adoro el teléfono! (Especialmente cuando suena a media comida y se levantan de la mesa a contestar).
-¿Qué se puede esperar de un mundo en el que tu comida preferida tiene alas?
-Hay una diferencia… Los perros aman a su amos… y los gatos son amados por sus amos.

Perogrulladas

Perogrulladas

Una perogrullada es, evidentemente, una cosa evidente hasta para un tonto, pero que otro tonto con reputación de inteligente afirma como un descubrimiento sensacional, como una verdad importantísima. La leyenda quiere que haya existido en el siglo XVI un señor Pedro Grullo, de cuyo nombre, obviamente, viene lo de ‘perogrullada’.
Nadie está a salvo de perogrullar; pero perogrullar sin querer es fácil, en cambio hace falta mucho ingenio para ser un tonto a propósito. A continuación algunas de ellas:
-Cuando alguna vez te sientas solo, es que te falta alguien.
-Para subir, primero hay que estar abajo.
-Para evitarse problemas, hay que sacarse primero los zapatos y sólo después las medias.
-Si un día vas descalzo y sientes un pinchazo en la planta del pie, seguramente te pinchaste.
-Matad a todos los moros y ganaremos la guerra (El Cid).
-Si dentro de una habitación quieres ver y no puedes, debes encender la luz.
-Si mi mamá se hubiera casado con mi tío, no sería mi mamá, sino mi tía.
-Dios existe; o no.
-Si una mujer fuese fecundada por un camello es posible que no diese a luz un niño totalmente normal.
-Si un día sientes que te quemas, es porque te estás quemando.
-Once huevos no alcanzan a ser una docena.
-Las vacas que en lugar de hacer ‘muuu’ hacen ‘beee’ son ovejas.
-El que sabe, sabe; y el que no, no sabe.
-A medida que uno va conociendo a la gente, se va dando cuenta cómo es.
-Soldado que huye sirve para otra guerra.
-Todos los grandes fueron chicos alguna vez.
-Si estás con alguien, alguien está contigo.
-Para morirse de miedo hay que estar asustado primero.
-Para ponerse un guante, se necesita una mano.
-Si tratas de lavarte el pelo y no lo logras, tratas de peinarte y no lo logras, será mejor que te quites el sombrero.
-Es más cómodo usar la calculadora de bolsillo fuera del bolsillo.
-Digan lo que digan, el pasado es siempre anterior al presente.

Tree Climbers International

Tree Climbers International

Quiero ofreceros una pequeña historia. No es mía, es de un tal Robert Fulghum. Espero que disfrutéis leyéndola tanto como yo.

‘Joven, este árbol está ocupado.’ La voz procedía de algún lugar situado por encima de mí. Me quedé asombrado, tanto por el hecho de que me hubiera llamado joven como por el de encontrarme con que un árbol, al que ya estaba a punto de subir, estuviera habitado.
Después de quedarme obedientemente en tierra, me dediqué a escudriñar las ramas. Efectivamente, allá arriba había una anciana. Muy arriba. De cabello blanco recogido con una cinta de color amarillo oscuro, vestía vaqueros azules, zapatillas deportivas y guantes de piel. Un viejo espíritu arbóreo se hallaba situado sobre una gruesa rama en forma de horquilla de aquel inmenso olmo. Tampoco hizo ningún amago de bajar. ‘Busque su propio árbol’, me dijo tranquilamente, pero con firmeza. ‘Sí, señora.’
Fui caminando hasta un lugar en que un jardinero se hallaba podando setos, y, antes de que pudiera preguntarle nada, me dio una respuesta: ‘Sí, ya lo sé; hay una anciana en aquel árbol de allá.’ Continuó explicándome que tenía unos sesenta y cinco años, estaba retirada y vivía en un apartamento de la parte baja de la avenida Federal. Al llegar la primavera y el verano, se posesionaba de los árboles del parque. El jardinero creía que cualquier día la tendrían que sacar de su rama los bomberos, pero, mientras tanto, parecía saber lo que se hacía y, haciéndolo, no molestaba a nadie. A la anciana simplemente le gustaba encaramarse en lo alto de los árboles.
Y ahora ya lo entiendo.
Hasta tal punto que, cuando me encontré este mes con la noticia de la existencia de un Club Internacional de Escaladores de Arboles de Atlanta, pagué la correspondiente cuota y me hice con el carnet de socio. Una de las razones que me empujó a hacerlo reside en que disponen de un excelente equipo de salvamento y numerosas técnicas que todos podemos compartir. Estaba seguro de poder utilizar algunas de ellas.
Porque recientemente me caí de un árbol. Al romper varias ramas en la caída, me dejé enganchada en ellas una buena parte de la piel de las rodillas y me golpeé la cabeza. El doctor declaró que padecía una conmoción cerebral. Una contusión en el cerebro. Unido también a una cierta contusión en mi ego herido.
‘¿Qué hacía en lo alto de un árbol? -me preguntó el médico-. ¿Estaba podándolo?’
(Largo silencio. Creo que eso es lo que me podría preguntar cualquiera. Si contaba la verdad, no lo entenderían. Y si yo hiciera algo allá arriba, sería el primero en no entenderlo.)
Me limité a contestar con una especie de gruñido.

Subir a los árboles se ha convertido en mi pasión privada, y eso es todo.
Pero no estoy totalmente seguro del por qué. Se trata de algo que está ahí para hacerse y no para hablar de ello. Debe ser algo así como una especie de llamada primitiva, como algo que le resulta cómodo a los antiguos deseos de mi ADN. Los ancestros se pasaron varios cientos de miles de años subidos a los árboles. Y ésa es la razón por la que un asiento confortable formado por dos ramas en horquilla de un viejo olmo se parece tanto al hogar. Es lo más auténtico. Como si se tratara de una pertenencia personal.
Y qué decir de las casas que se construyen en los árboles. Poseen también la misma autenticidad. Todas esas cabañas para niños hechas con tablas de desecho, atadas y clavadas a los troncos de los árboles y situadas a una altura a la que nunca accederán los padres excepto en el secreto deseo de sus corazones. Si pudiera, viviría en una casa construida sobre un árbol.
Subir a los árboles ahora es un poco más difícil. Los hombres de mediana edad se encuentra sin la fuerza necesaria y sin ninguna razón que sirva para aprobar socialmente ese hecho. A talarlos, sí. …se es un trabajo respetable. Ir a salvar un gato o a buscar una cometa, sí. También es respetable. Pero jugar…, o simplemente subir allá arriba porque uno se encuentra tan a gusto…, bueno, eso…
De todas maneras, estar en la copa de un árbol no merece nunca el lío que se puede llegar a armar. El problema está en caerse del árbol. Especialmente si te golpeas el cerebro. Cuando aterricé, me pasé cierto tiempo viendo doble, cosa que no deja de ser interesante. A continuación vomité, lo que no tiene nada de interesante. Coge la peor resaca que hayas tenido nunca y dóblala: es como una conmoción cerebral.
El doctor me dijo que me tomara las cosas con calma durante algunos días, lo que me pareció un buen consejo, porque eso es lo que siempre pretendo hacer.
Me dijo también que me mantuviera alejado de los árboles, lo que te indica el conocimiento que tienen los médicos acerca de lo que es importante para la salud mental de uno.
En realidad, caerse tampoco es excesivamente grave. Es algo así como volar, pero sin que debas utilizar los brazos como alas.
El problema, está en golpearse contra el suelo.
Por tanto, el médico debería haberme dicho: ‘Intente no pegarse contra el suelo.’ Yo podría contar algo sobre todo eso.
El problema reside en la gravedad. La razón por la que te pegas contra el suelo es la gravedad. Ya sé que lo sabe, pero lo menciono porque existen buenas noticias relacionadas con esa gravedad. Está menguando.
La luna se separa de la tierra a un promedio de cinco centímetros por año debido a que la gravedad decrece. Eso quiere decir que, cada año, pesas un poco menos que el año anterior. Es verdad. Y eso significa también que, cuanto más viejo te hagas, golpearás contra el suelo con mayor suavidad. Dentro de unos quinientos millones de años podrás caerte de un árbol altísimo y no pegar nunca en el suelo. Flotarás y volarás. Eso es algo que debes empezar a buscar ya ansiosamente. Es reconfortante saber que existe una esperanza para el futuro. Por lo menos hay ciertas cosas que van cada vez mejor, y pensé que le gustaría saberlo.
A pesar de todo, hoy he vuelto a subir a un árbol. Es como proporcionarle un poco de alcohol al alcohólico para que no le entre el ‘mono’. Y me puse a pensar que me gustaría que hubiera más gente pasando el tiempo subiéndose a los árboles, regresando a los antiguos lugares de bienestar. El anciano Buda se sentó ante uno de ellos durante mucho tiempo y le vinieron a la cabeza unas ideas excelentes. ¿No nos asombraríamos aún más de lo que le habría llegado a sugerir si, en realidad, hubiera subido a él y se hubiera sentado entre sus ramas?
Si muchas más personas dedicaran mucho más tiempo a subirse a los árboles podríamos llegar a alterar la gravedad en un sentido diferente -la tendencia de los viejos a ser personas graves-, y aligeraríamos nuestro peso. Imagínese. Usted y yo, y muchos más como nosotros, ocupando los árboles de los parques en una soleada tarde de abril. Pensando. Saludándonos con un agitar de manos.

¿Quieres unirte? Ésta es la dirección: Tree Climbers International, P.O. Box 5588, Atlanta, GA 31107 USA.
Teléfono: (404) 377-3150
Página web: http://www.treeclimbing.com/
Noticias referentes (15/11/2012): ¿Te imaginas vivir en un árbol?

Frases que se autoliquidan

Frases que se autoliquidan

Me entusiasma las frases que se autoeliminan. Las utilizo cuando quiero desconcertar a alguien en el momento oportuno. Es curioso observar la reacción que producen. Una de mis favoritas es la de Luís Buñuel ‘Soy ateo gracias a Dios’ que utilizo cuando intentan pararme en la calle esos chicos tan altos y elegantes que dicen ser mormones. Pero las hay de todos los tipos y colores. Algunas:
-No creo en la astrología porque soy Géminis.
-Antes de empezar a hablar, hay algo que me gustaría decir.
-Soy un gran optimista porque sin optimismo, ¿qué nos quedaría?
-La mitad de las mentiras que dicen de mí son ciertas.
-Al haber perdido la vista nuestro objetivo, hemos de doblar nuestro esfuerzos.
-¡Le he concecido un presupuesto ilimitado y ya lo ha agotado!
-Esta especie siempre ha estado extinguida.
-¡Prohibido aparcamiento autorizado!
-¡Si no estás predispuesto, sencillamente no entiendes!
-La inflación es un mecanismo económico según cada persona gana más que la siguiente.
-La superstición trae mala suerte.
-Te has superado a ti mismo como siempre.
-Cada poco nunca deja de llover.